domingo, 3 de abril de 2011

¡CÓMO LOGRAR QUE LOS NIÑOS SE CONCENTREN!

El primer paso es despertar su interés por aprender e investigar. Consejos de expertos.

La concentración está ligada con la motivación. Algunos expertos señalan que no hay problemas de atención ni de aprendizaje, sino de enseñanza. Por eso, la escuela y la familia deben invitar al niño a construir conocimiento de forma permanente, lo cual eleva su capacidad de atención.

Para empezar, hay que dejarle tareas y actividades planteadas desde su interés y no únicamente las que recomienda el maestro; muchas veces los trabajos escolares se traducen en una repetición de conceptos que no motivan a aprender ni mucho menos a concentrarse.

"Cada ser humano tiene una capacidad de concentración diferente, determinada por una variable fisiológica llamada nivel de activación cortical o de plasticidad cerebral. Es bueno tener un diagnóstico para saber en qué nivel atencional está el niño", dice Andrés Osuna, psicólogo y director de Rectamen Neurofeedback.

El objetivo de mejorar la concentración de niños y adultos pasa por diferentes técnicas como juegos de mesa y de memoria, 'entrenamientos cerebrales' (buscan sincronizar las frecuencias eléctricas ligadas al proceso atencional) y ejercicios de visualización.

Pero además de lo anterior, existen métodos sencillos que facilitan el proceso de concentración. Estos son algunos.

Rutinas adecuadas

1. Horario y espacio

Un lugar para estudiar con tranquilidad, lejos de las ventanas y del televisor, en el que el escritorio y la silla se ajusten al tamaño del niño y en el que se conserven sus implementos siempre en un mismo espacio.

2. Fragmentar tarea

Asegúrese de que el niño haya entendido la instrucción de la tarea. Comience por la más difícil. Si es muy larga, fragméntela para que él experimente una mayor posibilidad de logro. Tenga todos los materiales a la mano.

3. Cambiar de lugar

Si le cuesta trabajo concentrarse en una lectura en particular, el niño debe cambiar de espacio. Expertos señalan que hacerlo, en ciertas ocasiones, permite retener más información. El nuevo lugar debe ser tranquilo.

4. Hacer deporte

Practicar algún deporte diariamente favorece la concentración. En el caso de los adolescentes, se recomienda que, antes de empezar sus deberes escolares, se ejerciten por media hora y luego se sienten a trabajar.

5. Los colores

Es importante utilizar esferos de diferente color para tomar apuntes, separar el material que ya está finalizado del que debe realizar y, para las tareas importantes, resaltar la parte clave del trabajo.

6. Agenda visual

Ubicar una agenda visual frente al lugar de estudio (cartelera grande) en la que se escriban las actividades por realizar en el mes y, con ayuda de símbolos, señalar las que deben priorizarse y las que quedan pendientes.

7. Medir con reloj

Usar un reloj con números o de arena para mostrarle al niño cuánto tarda en sus actividades. Hacer un plan de trabajo de la tarde y del final del día, chulear aquellas que ha terminado de forma exitosa y señalar cuáles deben replantearse.

8. Estudiar con tiempo

No dejar las tareas para el final del día. Al llegar del colegio, comer algo ligero, descansar o hacer alguna actividad corta. Luego, organizar rutinas de 30 minutos de trabajo, con breves descansos, sin que estos impliquen desplazamientos largos o cambios totales de actividad. Dormir bien.

9. No escuchar música

Aunque cada quien tiene su método de estudio, cuando se trate de repasar para una evaluación no es recomendable hacerlo con música de fondo. Estudios demuestran que disminuye la capacidad de retener información.

10. Retroalimentación

Mirar al niño a los ojos cuando se le dé una instrucción específica respecto a su tarea o trabajo. Darle máximo tres instrucciones y, después de hacerlo, preguntarle que las repita para verificar que comprendió lo que debe hacer.

Estímulos antes de trabajar

Desde la parte sensorial, se recomienda: Hacer ejercicios en los que se hala o se empuja; la idea es que el niño permanezca alerta: por ejemplo, cruzar las manos y los pies y apretarlos con fuerza o hacer gancho con los dedos y que las manos tomen direcciones opuestas.

Tomar una bebida fría o un helado (así se activa el sistema nervioso). Ingerir un alimento o bebida cítrica. No prender el televisor ni hacer más de una actividad a la vez (estudiar y comer).

20 minutos dura la atención

Durante este tiempo, un niño de preescolar logra permanecer concentrado, según la pedagoga Rosa Julia Guzmán.

Esta capacidad aumenta a una hora, entre los 7 y los 10 años, y a casi dos, entre los 11 y los 15 años de edad.

sábado, 2 de abril de 2011

Evaluación jornada Pedagógica

Muy buenos días. Me gustó mucho la jornada de hoy, aprendí mucho.
Espero que se sigan dando estos espacios para  mejorar nuestro nivel académico y al mismo tiempo nuestra calidad de vida.
Diana excelente educadora, mil gracias.También a las dirrectivas por abrir estos espacios.